viernes, marzo 11, 2005

El último capo

Hace cinco minutos se fue, extraditado, Miguel Rodríguez Orejuela para Estados Unidos. El último capo, el verdadero capo di tutti capi, el que sobrevivió –comercial y militarmente– a la guerra contra el Cartel de Medellín de Pablo Escobar, el que en algún momento suministró 80% de la cocaína consumida en EEUU, el que por su colaboración a la campaña Samper Presidente desató el proceso 8.000 y reventó al Partido Liberal, llevándonos a elegir a Pastrana, cuya campaña también había financiado, llevándonos al fallido proceso de paz con las FARC, que también se lucraban del impuesto que le cobraban a sus laboratorios, llevándonos a elegir a Uribe, quien no lo capturó pero sí armó la maraña legal para que se queden con él los gringos: Rodríguez y su Cartel de Calí torcieron la historia militar y política del país de los últimos diez años.

Hoy lo vimos en la base militar de Palenquero, canoso y regordete, de camisa azul y pantalón gris, rodeado de un enjambre de Rambos, caminando lentamente por la pista, subiendo la escalerilla de un Learjet de la DEA, rumbo a Miami, rumbo al abogado de oficio que le escojan allá porque al igual que a su hermano Gilberto, extraditado hace tres meses, le prohibirán pagar un abogado con su enorme fortuna, producto del narcotráfico.

Es el fin de una era, como dice el cliché.

Digan lo que digan, pero este es un gran triunfo –mediático, claro– para Uribe. Y para Bush.